17.7.10



El Imaginario Mundo del Doctor Parnassus.

Y sí, la ignorancia da felicidad. Lo creo y lo profeso. Yo no seré un erudito en cine, pero desde que tengo noción de lo que es un guión, un argumento o la fotografía, me he vuelto incapaz de ver una película sin tratar de disecar y analizar cada escena que pasa. Olvidé como es que hacía uno para sentarse y disfrutar de la función. Esta cuasiobsesión genera que no me guste casi nada de lo que veo en el cine y, como el que busca encuentra, lo que medio me gusta siempre tiene un lunar peludo. Sumado a esto, la diarrea que tiene Hollywood últimamente tampoco ayuda.

Es por eso que mi excelente amiga Clo se sorprende y modula un "¡Verga! así será" cuando digo que algo verdaderamente me gustó. Y esa fue precisamente la expresión que provocó mi opinión sobre El imaginario Mundo del Doctor Parnassus (2009). Esta peli independiente del director Terry Gilliam es, de verdad, la más pura psicodelia. Para que se hagan una idea, es la historia de una compañía teatral itinerante liderada por el un actor inmortal de 1000 años que se hace llamar Dr. Parnassus, quien, gracias a un pacto que hizo con el mismísimo Diablo, utiliza un espejo mágico para introducir a sus clientes en un mundo imaginario y alucinógeno donde sus sueños, anhelos, vicios, pecados y tentaciones parecen materializarse. ¡Coño! Nada malo puede salir de tanta originalidad y creatividad.

Honestamente recomiendo que la busquen en su buhonero favorito. Las actuaciones, salvo unos bajones al final, son descomunales, la dirección de arte estuvo incluso nominada al Oscar y el guión es tan bueno y está tan bien pensado que se pudo adaptar perfectamente a la inesperada muerte del actor Heath Ledger, lo que permitió la inclusión de otros tres duros de la actuación (Jonny Depp, Jude Law y Colin Farrell) para interpretar el mismo personaje. He leído comentarios de gente que piensa que se le ven las costuras a esta adaptación, yo honestamente pienso que quien no se haya enterado que la historia debió sufrir una modificación a mitad de camino nunca imaginaría que no fue pensada así desde el primer día. Como dije, la ignorancia da felicidad.

13.7.10

Endogregario.

Desde hace un par de semanas tengo una nueva palabra favorita (y no es una grosería): Endogregario. La leí en un comentario de un post, en otro Blog, que trataba de explicar porque Lio Messi no es idolatrado en Argentina. El pana que hacía el comentario decía que se podía explicar "desde el punto de vista de la psicología evolutiva" porque el ser humano es por naturaleza endogregario, "es decir, tiene preferencia por los de su propia raza y cultura." De repente, ya todo tuvo sentido, confirmé el significado de la palabra en el DRAE (es una palabra compuesta, "Endo" y "Gregario") y fue suficiente para entender un montón de cosas.

Ya antes comenté que no procesaba bien el concepto de nacionalismo, que se me hacía muy abstracto. Reconozco mi incapacidad para entender porque la gente ama al pedazo de tierra donde por azar nació. Reconozco ser incapaz de hacerlo yo. No acepto los "porque sí", "porque aquí nací", "porque aquí crecí", "porque aquí hice amigos" como argumentos. De haber nacido en Groenlandia, hubiese crecido en Groenlandia y tenido amigos groenlandeses. El lugar de nacimiento no necesariamente altera el desarrollo convencional de la vida. Es mi opinión.

En fin, que endogregario me dio la razón lógica que buscaba hace tiempo. Como de costumbre, la explicación más sencilla es la más acertada. No es más que simple condición humana ¿o animal?