20.3.11

MALAS PALABRAS

"Malas Palabras".

Yo no se quién o qué decide cuales palabras considerar "malas palabras" o groserías. No es que haya hecho una investigación mas profunda que preguntar a alguien que sepa mas que yo o ver la primera página de google, pero nunca nadie me ha sabido responder. Descartando la fonética (puesto que "fundillo" suena considerablemente peor que "culo", por poner solo un ejemplo), solo se me ocurre que es capricho de los puristas del lenguaje o de la iglesia católica que, como decimos coloquialmente, "es como el pimentón...". Pero a mi, en general, me gustan las groserías, no todas claro, hay algunas que considero excesivas, pero por supuesto no hay manera de estar seguro si realmente me incomodan por ser decididamente malas o sencillamente porque así nos lo programaron en el chip, es un poco como el dilema del huevo o la gallina (que por cierto yo digo que fue la gallina ¿quién iba a poner el huevo sino?). Pero no nos desviemos, tomemos como ejemplo lo que hacen los maracuchos con la palabra "verga" o los gringos con "fuck", es gramaticalmente tan incorrecto como interesante. Tenemos que coincidir en que usar una misma palabra como adjetivo, sustantivo, verbo, interjección y demás fenómenos del lenguaje no es sólo práctico sino evolutivo. Es la magia de las groserías, no tienen las limitaciones que sí tienen las "buenas" palabras. Pero para mi, lo que verdaderamente define una grosería es la necesidad de expresar situaciones extraordinarias, que abusamos de ellas como de cualquier otro recurso con el que contamos los humanos es otro tema, pero es que si no existieran ¿Cómo podríamos expresar el dolor y frustración cuando nos golpeamos el dedo chiquito de pie con la pata de un mueble a las 3 de la mañana por levantarnos a tomar agua?

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