16.6.10

A Holanda voy.

Cuando llega un mundial de fútbol los venezolanos tienden a ligarle a Brasil (y en menor medida a Argentina), me gusta pensar que por solidaridad latinoamericana pero la verdad es que fácil ligar al más ganador.

Yo, dentro de mi rebeldía con causa desconocida, siempre le voy al mal denominado Holanda (realmente se llama Países Bajos). Es la ventaja de vivir en un país con poca tradición futbolística, que le puedes ir a quien te de la gana.

Pero es difícil defender esta preferencia ante la percepción venezolana del fútbol, porque es cierto que los Países Bajos sólo han ganado la Eurocopa del '88 en toda su historia. Parece poco importante que jugaran dos finales de Copa del Mundo consecutivas en el '74 y el '78 y que en ese país se sentaran las bases del fútbol moderno con el Ajax de los 70's. Eso es abstracto, es romántico.

Yo le voy a los Países Bajos por su filosofía, por proponer ese fútbol de ataque constante, de toque, de desborde, de respeto hacia el aficionado. Por su convicción, porque aunque esta propuesta no les ha dado los resultados esperados (por no decir merecidos) se mantienen fieles a la causa en la que creen. Por haber revolucionado el fútbol en un momento en el que en Europa reinaba la táctica defensiva, el juego brusco y la especulación. En definitiva, por haber creado el fútbol que me gusta ver, el de líneas adelantadas, de pressing sobre los volantes y delanteros, de toque y circulación, de llegadas sorpresivas de los medios, de rotación y posicionamiento con orden y de polivalencia.

Y por supuesto, el fútbol del gran Johan Cruyff. Pocos saben que su aporte a la filosofía que practica y profesa el FC Barcelona (Club al que le han aparecido sospechosamente muchos seguidores en Venezuela últimamente) es casi absoluta.

En cuanto a cómo creo que le irá a los Países Bajos en Sudáfrica, honestamente veo al equipo un poco descompensado en defensa y poco equilibrado en el medio campo. No creo que este sea el año tampoco. Pero bueno, puedo (y espero) estar equivocado. Y viendo la posición que tengo en la quiniela del trabajo no es tan descabellado pensar que lo estoy.

No hay comentarios:

Publicar un comentario